El dolor después del masaje: señal de que tu cuerpo está sanando

Descubre por qué es normal sentir molestias tras un masaje descontracturante o de tejido profundo y cómo este proceso impulsa la regeneración muscular.

Dolor después de un masaje: algo normal y saludable

Si alguna vez has recibido un masaje descontracturante o un masaje de tejido profundo y has sentido dolor después, no te preocupes: es una reacción natural de tu cuerpo.

En Masajes Sanadores Donostia, explico siempre a mis clientes que estas sensaciones no son un signo de lesión, sino de que el cuerpo está activando su proceso de reparación y regeneración muscular.

Qué sucede dentro de tus músculos tras un masaje profundo

Durante el masaje, las maniobras alcanzan capas musculares internas donde puede haber:

• Fibras tensas y endurecidas por el estrés o el sobreuso.

• Tejido muscular dañado o necrosado que ya no cumplía su función.

Al trabajar estas zonas, se produce una micro-ruptura controlada de fibras musculares, algo similar a lo que ocurre durante un entrenamiento intenso. Esto provoca:

• Activación de la circulación sanguínea y linfática.

• Movimiento de iones positivos y negativos para recuperar el equilibrio celular.

• Producción de nuevas células musculares que reemplazan el tejido dañado.

Todo esto puede generar molestias temporales, pero a cambio, obtendrás músculos más sueltos, menos tensión y una mejor movilidad.

Cómo aliviar el dolor post-masaje y potenciar la regeneración

Si quieres reducir la incomodidad y ayudar a que tu cuerpo se recupere más rápido, sigue estos consejos:

• Hidrátate: el agua favorece la eliminación de toxinas y la oxigenación muscular.

• Aplica calor suave para relajar y mejorar la circulación.

• Evita ejercicio intenso durante las primeras 24-48 horas.

• Haz estiramientos suaves sin llegar al dolor.

• Descansa bien, ya que el sueño es clave para la reparación muscular.

Conclusión:

El dolor después del masaje no es un enemigo, sino un aliado en tu camino hacia una mejor salud física. La próxima vez que lo sientas, recuerda que es la señal de que tu cuerpo está renovándose desde dentro.